viernes, 20 de agosto de 2010

Panorama exterior: La mascletá de Toledo

Al parecer, el ayuntamiento de la imperial Toledo organiza (desde hace tres años) una mascletá (diez kilogramos de pólvora) para inaugurar sus fiestas de agosto. Se elige para este contemporáneo menester un lugar tan apropiado como la Plaza del Ayuntamiento de esta ciudad, tan justamente declarada Patrimonio de la Humanidad, donde precisamente se ubican el Palacio Arzobispal, el Consistorio y la Catedral Primada. Naturalmente, existieron incómodas voces que advirtieron del riesgo y encontraron un áspero rechazo.
Como no quiero extenderme sobre el particular, no creo que el corresponsal de Colpisa en esta ciudad, Juan Vicente Muñoz Lacuna, tenga inconveniente alguno en ver reproducido el último párrafo de su escueta pero jugosa crónica fechada el pasado 17 de agosto de 2010 (creo que es importante reflejar el año en curso), cuando nos señala:  El propio alcalde, Emiliano García-Page, del PSOE, fue quien accionó el mecanismo con tan fatal desenlace para el ángel, que había sobrevivido durante siglos a guerras e inclemencias del tiempo y que no soportó el estruendo pirotécnico. La mascletá fue un éxito y, mientras toledanos y turistas se felicitaban del espectáculo, el deán de la catedral, Juan Sánchez, se echaba las manos a la cabeza al alzar la vista sobre el conjunto escultórico de la puerta de los Reyes, obra de finales del siglo XIV y principios del XV atribuida a Alvar Martínez. Ayer quedó más tranquilo después de que se confirmara que la cabeza de granito no ha sufrido graves daños y que será restaurada y recolocada.
Sin comentarios.