domingo, 24 de enero de 2010

Elías en el paraninfo


La otra mañana he tenido la satisfacción de recibir la Medalla de la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada por singulares méritos junto a la Facoltà di Giurisprudenza dell'Università degli Studi di Siena. El Decano tuvo la gentileza de indicarme que le gustaría que dirigiera un breve agradecimiento desde el estrado. Algo pude preparar siguiendo las reglas de la retórica forense que promueve la sinceridad al exigirnos la declamación sin notas. Tras enunciar el  famoso axioma de Miguel Torga -un hombre es la juventud que queda dentro de él- y recordar cuanta juventud nos vierten en el espíritu los años universitarios, tras convenir que son nuestro más rico yacimiento de nostalgia, tras esforzarme en recordar con varios ejemplos el privilegio que supone mi habitual colaboración con este prestigioso centro docente, justo antes de terminar, me vinieron a la memoria -y así los recité- aquellos decisivos versos de mi gran amigo Elías Moro de su poema La maleta del viajero

siempre se olvida algo al cerrar una maleta
pero nada es importante si se olvida.

Prometí entonces que nunca olvidaría este entrañable reconocimiento al cerrar la maleta de mi vida.