lunes, 4 de octubre de 2010

Soneto

El asombro escondido

Somos tiempo y cenizas, una herida
abierta como el cielo del ocaso.
En la secreta tierra de la vida
debieras preguntar a cada paso

para buscar las fuentes del asombro.
La vida es como un túnel que se alarga
recorriendo la espera, cuanto nombro
te parece que sabe como amarga

razón y pormenor de la existencia.
Busca una vida clara. Nunca huiste
del cobijo infeliz que compadece

nuestro temor y oculta esta vivencia,
rompe tu oscuridad, solo agradece
y volverás a ser lo que no fuiste.